Antecedentes

El transporte por carretera beneficia tanto a las naciones como a los individuos porque facilita el movimiento de bienes y personas; permite un mayor acceso a los empleos, los mercados económicos, la educación, la recreación y la atención sanitaria, lo cual, a su vez, incide positivamente en la salud de las poblaciones. El transporte por carretera puede involucrarse diariamente en accidentes de tránsito, los cuales son uno de los problemas más graves que actualmente enfrentan las sociedades modernas. En el 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que cada año se pierden casi 1.24 millones de vidas a consecuencias de los accidentes de tránsito y entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales. Las lesiones causadas por el tránsito son la octava causa mundial de muerte, y constituyen la principal causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años.

En México, durante 2013, fallecieron más de 16 mil personas por accidentes de tránsito. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en muertes por accidentes de tránsito y a nivel nacional son la octava causa general de muerte, por encima de las enfermedades infecciosas y por debajo de las enfermedades crónico-degenerativas. Asimismo, los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte en niños de cinco a nueve años de edad y la segunda causa de muerte entre los adolescentes y adultos jóvenes (10 a 29 años).